"Acordes para el Alma" - VI

"Acordes para el Alma"

En esta ocasión, te regalo mi estimad@ cómplice, una de las melodías más estremecedoras y emocionantes que puedas llegar a escuchar, por el director de orquesta italiano, Ennio Morricone, conocido por haber compuesto la banda sonora de más de 500 películas y series de televisión. 

Tengo dos bandas sonoras favoritas de este gran compositor (¡te aseguro que es difícil, hacer una elección de estas características!), pertenecientes a dos grandes películas que han marcado un antes y un después en mi vida, por lo profundo que han calado en mi alma, por las emociones y sentimientos encontrados que me han producido siempre que las he visionado, y por último, por tratarse de películas protagonizadas por uno de mis grandes actores favoritos: Robert De Niro. 

Se trata de "Érase una vez América", una coproducción cinematográfica italo-estadounidense de 1984, dirigida por Sergio Leone, protagonizada por Robert De Niro y James Woods, entre otros. La banda sonora de esta película consiguió el premio BAFTA a la mejor música original. Y la otra, es "La Misión", película británica de 1986 dirigida por Roland Joffé e interpretada por Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally y Adan Quinn en los papeles principales, ganadora de varios premios cinematográficos internacionales.

Para esta ocasión, me he decantado por la primera de las películas nombradas, "Érase una vez América", en concreto por la versión que realizó Ennio Morricone, de la canción "Amapola", del compositor español José María Lacalle García (gaditano, para más señas), conocido también como Joseph M. Lacalle por su profunda vinculación profesional con los Estados Unidos. Fue un famoso clarinetista, compositor y director de orquesta español.

Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente.

Afirma tu paso con la visión del futuro.

Encuentra la calma de las montañas.

Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria.

Vive intensamente la paz del sueño.

Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro.

Recuerda cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepas que vivir más intenso, no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad. 

Mira hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.

Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas. 

- Hellen Keller - 

¡Hasta pronto, cómplice!