domingo, 3 de enero de 2016

Propósitos para el Nuevo Año

"Potenciar mi Desarrollo Personal"



Espero que estés pasando unas estupendas Fiestas Navideñas y a la vez, propongo que mires hacia atrás, hacia el año que has acabado, el 2015, para fijarte en aquellas metas que no han sido conseguidas, que se han ido quedado, por el camino, a medias o simplemente, que nunca llegaron a cumplirse. 


Estoy segura que todos nos proponemos unos excelentes fines para llevar a cabo cada vez que comienza el nuevo año. Pero también, estoy plenamente segura que algunos de ésos no llegaron a conseguirse o simplemente, han sido abandonados. 

Es posible, que al principio de un nuevo año, como supone un cambio, pongamos unas expectativas tan GRANDES o bien, TANTAS, que por lo que al fallar un par de veces o algunas más en nuestro proyecto, nos sentimos poco o nada motivados, las abandonemos y nos sintamos muy apenados y enojados con nosotros mismos.


Por ello, debemos de pensar en un proyecto adecuado a nuestras circunstancias de vida (no a la de los otros), acordes a nuestros propios deseos y a nuestras propias capacidades, además de que sea conciso, claro y no de pie a otras interpretaciones (flexibilidad) que nos puedan confundir y hacernos sentir abatidos y culpables por no haberlo conseguido.

Es importante pues, que la finalidad de lo que deseamos conseguir, sea algo único, que nos motive constantemente (tenemos un año por delante y la "llama de la ilusión" ha de mantenerse encendida todo ese tiempo) y finalmente, que constituya un avance positivo en nuestras vidas. 


Dejaré por escrito el propósito que me he planteado desarrollar para este nuevo año, 2016; sin embargo, antes quiero mostrar la visión de un experto en la materia. 



Veamos, según Miguel Monzón, psicólogo y coaching, además de tallerista sobre el Desarrollo Personal, es sin dudarlo, un experto en la materia y él considera que existen 8 claves para planificar tus objetivos para el año nuevo:

1.- Enunciado en Positivo
Nuestro cerebro tiende a enfocarse en aquello en lo que pensamos. Por ejemplo, cuando deseamos comprar un coche nuevo, por la calle tendemos a fijarnos en los coches que nos gustan. O una pre-mamá a la que le parece que hay más embarazadas por la calle.
Tiene una explicación biológica (El Sistema de Activación Reticular es la parte de tu cerebro que entre otras cosas regula la atención, es como un radar que te avisa de aquello externo que coincide con tus pensamientos).
También lo puedes ver como un tema de desarrollo personal. Como dice Harv Eker, “Aquello en lo que te enfocas se expande”La cuestión es que nos sentimos atraídos hacia aquello que ocupa nuestros pensamientos. Por tanto, en lugar de pensar qué no queremos, es más útil pensar qué queremos.
2.- Meta Bajo Tu Control
Nuestro objetivo tiene que depender de nosotros mismos, y no de los demás. Cuando definimos objetivos que dependen de los demás, estamos poniendo fuera de nuestro control si se cumplen o no se cumplen.
Por ejemplo si digo “me voy a echar novia” (o novio). En parte puede depender de mí, pero si la candidata o el candidato que tengo en mente no está por la labor de salir conmigo, pues por mucho que me empeñe no va a suceder. Sin embargo, lo que sí puede estar en nuestra mano es salir a conocer gente, porque eso aumentará nuestras probabilidades de encontrar pareja.
3.- Especificación Ajustada
Un objetivo ambiguo nos dará resultados ambiguos. Si nuestro objetivo es tan genérico como “ir más al gimnasio” o “comer menos comida basura”, no tendremos claro si lo estamos consiguiendo o no. Si trabajamos sobre metas concretas, obtendremos resultados concretos.
Permítete la flexibilidad: aunque ajustes tu objetivo, no seas demasiado duro contigo mismo, porque si no, en el momento en que falles te pueden entrar ganas de tirar la toalla.
Es muy útil definirlo con la palabra “casi”. Por ejemplo: “voy a ir 3 días al gimnasio casi todas las semanas”. Si alguna semana no puedo ir 3 días y voy sólo 1 o 2, tampoco me fustigo demasiado. Eso sí, no vale utilizarlo como excusa: que el “casi” no se convierta en casi nunca 😉

4.- Tamaño Apropiado

Los proyectos demasiado ambiciosos son fáciles de abandonar: hay que abarcar cosas que veamos que están a nuestro alcance. Igualmente, los proyectos demasiado fáciles no nos suponen salir de nuestra Zona de Confort, no nos aportan progresos tangibles. Nuestro objetivo tiene que ser retador pero alcanzable.
5.- Objetivo Motivador
Ponernos un montón de objetivos sólo por tener muchas cosas que hacer, si de verdad no están enfocados a conseguir algo que realmente nos apasiona, sólo servirá para tener una larga ristra de objetivos abandonados a lo largo del camino. La pregunta que nos hacemos aquí es:
¿Para qué quiero yo este objetivo?
Tenemos que preguntarnos qué vamos a conseguir con este objetivo, y si aquello que vamos a conseguir realmente nos apasiona.
Cuidado con ponerte retos para demostrarte a ti mismo lo que vales: muchas personas a veces nos ponemos objetivos simplemente para demostrarnos a nosotros mismos que podemos conseguirlos. No porque nos guste el resultado sino para demostrarnos que valemos.
En mi experiencia esto es un error, puesto que el esfuerzo invertido es enorme simplemente para conseguir demostrarnos algo a nosotros mismos y poder subir nuestra autoestima. Esto sucede porque algunas personas tenemos una autoestima condicionada a resultados (si nos salen las cosas bien nos ponemos contentos, pero si nos salen mal nos frustramos muchísimo con nosotros mismos).
Llevo muchos años trabajando temas de autoestima y en mi experiencia es mucho más útil quererte a ti mismo incondicionalmente (quererte igual si te salen las cosas bien que si te salen mal) y marcarte objetivos que te acerquen a los resultados que realmente quieres, porque te apasiona el tema o porque van a mejorar cualitativamente tu vida.
6.- Recursos Necesarios
Los recursos son aquello que nos hace falta para conseguir nuestro objetivo. Distinguimos dos tipos de recursos:
A.- Los recursos externos son aquellos que están fuera de nosotros. Básicamente los podemos resumir en: tiempodinero y energía. Estos recursos son (hasta cierto punto) intercambiables: puesto que puedes hacer todas las tareas tú mismo, con su respectivo coste de tiempo y energía; o bien, puedes subcontratar determinadas tareas, pero eso sí, con un coste económico.
B.- Los recursos internos son los que más nos interesan desde el punto de vista del desarrollo personal. Son los estados internos que tendrás que potenciar para lograr tus objetivos y para ello, es conveniente ejercitar con disciplina nuestra meta y  aumentar la sociabilidad.
7.- Intención Positiva
Tu situación actual te aporta un beneficio. En lo que tienes ahora, hay algo que consideras que es bueno para ti. Si no, si fuera 100% nocivo, no lo harías. Hasta en el mayor de los autosabotajes hay una intención positiva detrás. Por ejemplo, no creer que te merezcas el éxito.
Para cambiar tu situación tienes que encontrar una manera de mantener esa intención positiva. Si nos ponemos un objetivo que nos quita algo que para nosotros es positivo, seguramente abandonaremos ese objetivo, o aparecerá algún perjuicio secundario. Por ejemplo si fumamos para relajarnos, y dejamos de fumar, nos puede entrar ansiedad. Con lo que volveremos a fumar, o comeremos compulsivamente para calmar esa ansiedad, y engordaremos.
Si quiero emprender, y ahora mismo estoy trabajando por cuenta ajena, igual hay cosas que no me gustan, pero a fin de mes cobro. Esto es un efecto positivo para mí de la situación actual.
Si me lanzo a emprender y en los primeros meses veo que no ingreso nada, puedo o abandonar rápidamente el emprendimiento y volver a buscar trabajo por cuenta ajena, o obsesionarme demasiado con los ingresos, por ejemplo intentando hacer ventas agresivas que puedan molestar a mis clientes. Tómate un momento para pensar qué tiene de bueno la situación actual y cómo puedes mantenerlo una vez que te lances a por tu objetivo. Por ejemplo, para calmar la ansiedad de dejar el tabaco puedes recurrir a chicles de nicotina, o aún mejor a técnicas mentales como la meditación o la hipnosis de tabaquismo.
Antes de lanzarte a emprender puedes o bien crear un colchón económico holgado, o empezar con un proyecto paralelo a tu situación actual, para que el no ingresar dinero al principio no te quite el sueño.
8.- Chequeo Ecológico
Nuestra vida no es un conjunto de elementos aislados, sino un sistema completo en el que los diferentes elementos interactúan entre sí.
Es importante tener en cuenta cómo va a afectar el objetivo (tanto el perseguirlo, como el conseguir los resultados finales) al conjunto de nuestra vida. Por ejemplo: si empiezo una dieta y las personas con las que convivo no, seguramente tendré que cocinar para mí algo diferente de lo que coma el resto, ¡esto puede suponer un trabajo adicional!
La pregunta que nos haríamos sería: ¿cómo va a afectar a mi vida? ¿cómo va a afectar a mi entorno, a mi familia o a las personas que me rodean?
Una vez que tengamos claros todos los puntos anteriores, tendremos un objetivo bien definido y planificado, y podremos ponernos manos a la obra. No obstante, hay una clave más que es muy útil a la hora de conseguir que todo esto funcione:
+1 : Revisión
¡Revisa tus objetivos!
Cada cierto tiempo dependiendo del objetivo (y mejor si no es de año en año), comprueba si realmente lo estás logrando:
  • ¿Sigo deseando este objetivo?
  • ¿Lo estoy consiguiendo?
  • Si no lo estoy consiguiendo, ¿qué tengo que cambiar

Al revisar nuestros objetivos aparecerán Barreras, que son el inverso de los recursos: es aquello que nos está impidiendo lograr el objetivo. Nuevamente pueden ser externas: falta de tiempo, dinero o energía; o internas: hay algo dentro de nosotros que nos impide focalizarnos 100% en conseguirlo, quizá no lo deseamos con la suficiente intensidad, o nos autosaboteamos de alguna otra manera, en cuyo caso tendremos que realizar algún trabajo interior.
Conclusión
Planificar nuestros objetivos para el año nuevo es una forma práctica de maximizar las probabilidades de conseguirlo. Para ello definiremos nuestros objetivos con:
1 – Enunciado en Positivo

2 – Meta Bajo Tu Control 

3 – Especificación Ajustada

4 – Tamaño Apropiado

5 – Objetivo Motivador

6 – Recursos Necesarios

7 – Intención Positiva

8 – Chequeo Ecológico

+1 – Revisión





Bien, espero que haya sido de tu agrado, tu interés y además, os sea útil para formular el o los objetivos a cumplir. Yo, como creo que "el que mucho abarca, poco aprieta" , me he decidido por un único objetivo:

"Potenciar más el beneficio del amor por mí misma en sus tres dimensiones: mental, físico y espiritual, es decir, mi autoestima; y todo ello, a través, de acciones y pensamientos que regulen y organicen mis emociones negativas, mis actuaciones negativas y mis pensamientos negativos sobre mi misma e intentar conseguir, una constancia de este objetivo, durante el transcurso del año y una mejoría importante, en mi empeño de aumentar, fortalecer y equilibrar mi Desarrollo Personal".





¡Hasta pronto, cómplice!


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