"Fuerza y Honor Rofe"
Rofe jugando con su primita Linda
Esta tarde, después de solicitar
en la Clínica Veterinaria Mesa y López, situada en la Calle El Cid nº47 de Las
Palmas de Gran Canaria, cita para pelar
y lavar a mis tres perros, recibo una llamada en la que me comunican que la
peluquera canina, se niega a pelar al mayor de mis tres perros (una mestizo,
mezcla de pastor belga y … no sabemos qué), aludiendo que no quiere contribuir
a que mi perro adquiera una alopecia si se le continúa cortando el pelo. Argumentan
que en la última vez que el perro acudió a dicha clínica para ser pelado, se le
observaron “zonas de calvicie” y que por ello, hoy han determinado negarse a
pelarlo.
Lo paradójico de este caso es que
mi perro, únicamente ha asistido a la peluquería de esta clínica en una ocasión, en la que aceptaron
sin ningún tipo de inconveniente el pelado y bañado del animal; sin aludir en ningún momento, a esas "zonas de calvicie" que ahora refieren y se les informó
en su momento, de los motivos que me llevaron a tomar esa decisión, siempre
consensuada con su veterinaria habitual.
Mi núcleo familiar lo formamos mis
tres perros, mi canario y yo. Los dos más pequeños, un caniche (Chiquita), su hijo mestizo, (Popy) siempre han permanecido junto a mí en casa, al igual que mi canario (Piripi). Sin embargo, mi grandullón, Rofe un animal
grande, de unos 25 kilos, con una masa de vello corporal considerable, que de
forma habitual y copiosa se regenera y cae durante todo el año, y que hasta entonces había
permanecido fuera de casa, por razones que estaban en contra de mi voluntad.
Hace algo más de dos años y
medio, mi situación personal cambia y ya pude elegir que Rofe entrara en casa,
junto con el resto de la familia. No obstante, sus mudas profusas de pelo durante
largos períodos del año, suponían un grave inconveniente para mí porque soy una
persona con una enfermedad crónica, invalidante, que me hace ser dependiente de
los demás.
A pesar de mi voluntad, de mi enorme esfuerzo personal, fruto del
amor que les profeso a mis compañeros caninos y a mi canario, me resulta
imposible abarcar más trabajo que el del propio hogar y el de facilitarles
alimentación, agua, juegos, cariño y todo mi amor. Del resto, de sus cuidados
preciso la ayuda de mi hermana que gentilmente, los lleva a la veterinaria,
siempre que lo necesitan y a la peluquería canina igualmente.
Por eso un día, decidí hablar con
su veterinaria y plantearle mi caso y entre las dos, determinamos que podría
ser una buena idea el pelar a Rofe para facilitarme su cuidado y así, poder
mantenerlo a mi lado y no tenerlo que dar en adopción, pues mi salud cada vez,
era más precaria y se me hacía más y más difícil llevar mi vida y con ella, la
de mis compañeros animales. Adoro a mis animales, los necesito para seguir con
mi vida, disfruto con ellos y ellos conmigo, son mi familia y no sabría vivir
sin ellos.
Rofe, durmiendo en la cama más pequeña que encontró, pero la que más le gustó; y por cierto, recién peladito y lavadito.
Desde entonces, Rofe ha cambiado
desde está con la familia en casa. Ha mejorado su tono y fuerza muscular, su peso
ha aumentado hasta conseguir el ideal a su envergadura, su carácter es más
alegre, cariñoso, hasta llegar a volverse mimoso como si se tratara de un
cachorrito. Rofe es feliz y yo soy feliz porque él lo es; porque todos lo son. Nos
llevamos muy bien, seguimos siendo los mismos, salvo que Rofe cada tres o
cuatro meses, se le corta el pelo y brinca de alegría como si se sintiera más
libre, más ágil,... más feliz aún.
Hoy, me han dañado mi corazón.
Alguien que no sabe nada de mi, que no sabe nada de mi familia canina, ha
tenido la desfachatez de juzgarme como una mala madre de mi perro, de mi
compañero Rofe por querer cortarle el pelo, sin interesarse ni siquiera por el
por qué. Jamás mi amigo Rofe, ha tenido una sola calvicie, jamás ha estado en
peligro de una alopecia y jamás yo permitiría que eso sucediera, aunque eso me
supusiera un trabajo y esfuerzo porque siguiera a mi lado hasta el final de sus
días o de los míos.
Yo me pregunto, el por qué hay personas que son capaces
de juzgar a otras, argumentando para ello, falsos enredos para justificar sus “decisiones
un tanto caprichosas”, dañando con ello, la honorabilidad, la buena fe y el
amor que, en este caso, yo profeso por mis compañeros, mis amigos, mi familia,
mis animales.
¡Hasta pronto, cómplice!
Hola Vesta
ResponderEliminarNo sé como será por allá en España pero acá por ejemplo en mi ciudad, soy de Bahía Blanca, Argentina la mayoría de las peluquerías caninas se niegan a atender a perros de porte grande porque les implica más trabajo, más tiempo por el mismo precio, entonces te meten la escusa que se les cruza en el momento, no tienen turno, el perro es de raza o cruza peligrosa, etc etc. Quizás lo que te han dicho de la alopecia sea algo por el estilo, una forma de justificarse el no querer atender a un animal de porte grande. No te desanimes y trata de ver en otra peluquería.
Besos
Es cierto que hay perros a los que no se les debe cortar el pelo; pero si la veterinaria está de acuerdo es la mejor decisión que puedes tomar porque seguro que él va a preferir cambiar de look y estar contigo, que buscar un nuevo hogar, y va a ser mejor para ti y para tu hermana que te ayuda con los cuidados de tu familia. ¡Nos dan vidilla nuestros animalejos!
ResponderEliminarMi estimada Yani Daniele:
ResponderEliminarEntiendo lo que me dices y es muy posible que tengas razón, pero creo que podrían haber puesto otra excusa y no la que usaron porque a mi me han hecho mucho daño; me hicieron sentir que yo no cuido a mi amigo Rofe y yo lo quiero tanto, que ahora, que estamos en verano por aquí, el pobrecito lo pasa mal con tanto pelo y le pongo hasta el aire acondicionado para él y lo veo tirado en el suelo para refrescarse. Además de mis enfermedades, alguna bastante grave, tengo una pierna amputada, lo que me dificulta mi movilidad y vivo sola, con mis tres perritos y mi canario, que son la alegría de mi día a día y también el trabajo. Aunque me han recomendado los médicos y mi familia que de en adopción a mis animales, no soy capaz de hacerlo, creo que no podría soportarlo mi corazón. Ya sufro lo suficiente como para sufrir más. Te agradezco profundamente tu cariño y tu generosidad hacia mi y mi familia canina. ¡Gracias de parte de todos! ¡Sé muy feliz!
Mi estimado Domando al Lobo:
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo totalmente contigo. Es más hasta que mi estado de salud no ha empeorado y se haya agravado (con la pérdida de mi pierna) y al verme sola, yo jamás se me había ocurrido pelar a Rofe, es más, me parecía como una especie de "sacrilegio" a su "raza mestiza", pero al fin y al cabo a su raza. Tiene un pelo precioso, aterciopelado, negro como el azabache, excepto las canas que empiezan aparecerle por su edad (en la barba y algunas en el pecho). Me llegaron a aconsejar que lo sacrificara y creo que me partieron el corazón cuando me dijeron eso. Yo sé que Rofe es más feliz que hace unos años, que me quiere con locura, igual que yo a él, que se lleva muy bien con los otros dos hermanos, que juegan, comparten la comida, sus camas y a mi. Me han hecho mucho daño, muchísimo. Porque para mi mis animales, son sagrados, son parte de mi y son los seres más nobles, leales y cariñosos que puedo llegar a tener a mi lado. Mi querido cómplice, te doy inmensamente las gracias por tu comprensión, por tu cariño y tu generosidad al escribirme y al mostrarme tu complicidad. ¡Sé muy feliz!