"El Bullying vs. Día de la Paz"

"30 de diciembre, Día de la Paz y la No Violencia vs. Bullying"

Mañana, se celebra en las escuelas de todo el territorio español, el Día Mundial por la Paz y la No Violencia que desde 1964, se lleva a cabo para conmemorar la muerte de Gandhi. se festeja el 30 de enero el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO en 1993.

En esta fecha se recuerda la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz.

Pero, este año, yo quiero pararme en algo que viene preocupándome hace años, desde que yo ejercía como docente, pero que a pesar, de desempeñar mi trabajo en zonas desafortunadas con graves problemas sociales, familiares y por supuesto económicas, los incidentes que también existían se tenían fuera del recinto escolar y aún así, la intervención de la tutora, la directiva, de la orientadora y de los padres, siempre contribuyó a que estos conflictos se solucionaran con la participación de todos, incluídos los alumnos implicados, claro está. Nunca fue fácil; en algunos casos, los enfrentamientos llegaron a causar graves daños a niños que eran objeto de abusos por parte de otros de mayor edad; pero en cualquier caso, la unión de todos los elementos que confluían en esos alumnos, por muy poco que fuera, ayudaron siempre a que éstas dificultades se solventaran. 

Con todo ello quiero decir, que el bullying siempre ha existido, pero que existía alguna forma con la que trabajábamos antes que funcionaba o bien, que la crueldad de los niños ha aumentado considerablemente y también, los medios para que esta maldad quede patente y se propaga a otros que comienzan a verla como algo dentro de la normalidad entre ellos. Lo evidente es que algo falla. 

Os dejo la Editorial que ha publicado la revista "En Buenas Manos" como muestra reflexiva sobre este terrible tema. 

Y el acoso sigue

No es la primera vez que hablamos sobre este tremendo problema en una editorial de En Buenas Manos, pero es que esta terrible lacra social persiste y por lo tanto debemos seguir escribiendo sobre el tema, rompiendo una lanza a favor de los más débiles y aportar nuestro granito de arena para acabar con el acoso en los colegios.

Es tremendo, horrible, triste, devastador, el acoso en los colegios es todo eso y mucho más. Es tanto que no encuentro adjetivos que puedan expresar todo lo que se me remueve cuando la historia se repite. Y la historia se repite con demasiada frecuencia.

Es cierto que en todos los tiempos ha habido chulos en los colegios y siempre han habido niños que han sufrido las burlas de algunos compañeros (gordito, cuatro ojos, empollón) pero creo, sinceramente, que nunca se han alcanzado los niveles de crueldad a los que hemos llegado.

¿Podemos siquiera imaginar el sufrimiento de los niños acosados? ¿Qué tan profundo será el pozo al que son arrastrados y cuanto dolor deben sentir para que la única salida que encuentren, en algunos casos, sea el suicidio?

Niños iguales a otros niños, niños que solo pretenden ir al colegio, vivir sus aficiones, disfrutar de los juegos. Pero niños que tienen la desgracia de que alguien se fije en ellos y los conviertan en el centro de sus burlas y sus ataques. ataques y burlas de una crueldad tan extrema que los que la padecen no encuentran como escapar y toman la única solución que ellos creen que les proporcionará la paz: quitarse la vida.

¿Y qué hacemos todos aquellos que de una u otra forma somos responsables? Pues parece ser que nada los suficientemente efectivo, no encontramos el camino para llegar a resolver este tremendo problema.

Maestros y profesores que no han visto “nada fuera de lo normal”, compañeros que no tienen la valentía de plantar cara a los “abusones”, padres que no somos capaces de detectar las señales que emiten nuestros hijos de que algo está funcionando mal, muy mal.

¿Qué mundo estamos creando, qué clase de personas estamos educando?

Hay que tomar decisiones, hay que afrontar el problema con la valentía necesaria para ponerle fin.

¡Hasta pronto, cómplice!