"Los Cuadros Más Famosos de Vincent Van Gogh"
La noche estrellada
La noche estrellada (en neerlandés De sterrennacht) es la obra maestra del pintor postimpresionista Vincent van Gogh. El cuadro muestra la vista exterior durante la noche desde la ventana del cuarto del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida.
Sin embargo, la obra fue pintada durante el día, de memoria. Data de mediados de 1889, trece meses antes de la muerte de van Gogh.
Desde 1941 forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Considerado como el magnum opus de van Gogh, el cuadro ha sido reproducido en numerosas ocasiones, siendo una de sus obras más conocidas. Usó óleo humedecido y pinceles finos.
La obra fue pintada en el año 1889, el mismo año que se arrancó el lóbulo de la oreja después de mantener una fuerte discusión con su amigo Gauguin.
Poco tiempo después regresó a su casa amarilla, donde empezó a pintar de nuevo; más adelante ingresó en el hospital de Saint-Rémy, donde empezó a tener alucinaciones y ataques epilépticos, pero no recibió ningún tratamiento. Empezó a pintar en el jardín del hospital, donde había cipreses. Van Gogh se comportaba de modo violento contra otras personas; llegó a intoxicarse al ingerir pintura, se sentía acosado por las alucinaciones y lo demuestra en la obra La noche estrellada.
Puesta del sol en Montmajour
Puesta del sol en Montmajour es un paisaje al óleo pintado por el artista holandés Vincent van Gogh el 4 de julio de 1888, mientras el artista estaba en Arlés, Francia, y representa el paisaje de la garriga, con las ruinas de la Abadía de Montmajouren el horizonte.
La pintura es de 73,3 cm x 93,3 cm (28,9 pulgadas x 36,7 pulgadas) y está ubicado en el Museo van Goghde Ámsterdam, donde se exhibirá a partir del 24 de septiembre.
La obra pictórica fue pintada durante su estadía en Arlés, en la que también creó los cuadros como Los girasoles, La Casa Amarilla o El dormitorio en Arlés.
No se creía que la pintura fuese una obra auténtica de Van Gogh, hasta que fue autentificada en 2013.
El Sembrador
Vincent Van Gogh estaba obsesionado con la parábola del sembrador y durante el año 1888, mientras vivía en Arlés, se devanó los sesos hasta conseguir representarla de forma satisfactoria. Todos sus intentos e ideas, más o menos peregrinas, están documentados en sus famosas cartas.
¿Y qué es lo que decía esta parábola para trastocarle tanto? Pues más o menos esto:
"He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno."
La parábola no tenía para él un sentido religioso. Simbolizaba sus aspiraciones artísticas: si insistía lo suficiente y se sobreponía a los fracasos, a la larga conseguiría ser reconocido como el gran pintor que era.
Por desgracia, uno de sus pintores favoritos, Jean-François Millet ya había pintado un heróico sembrador que Vincent consideraba perfecto. Millet era un pintor realista que representaba a los campesinos utilizando una paleta limitada de tonos pardos, el color de la tierra que trabajaban. Aún así, en el cuando de Van Gogh, se puede apreciar ese trazo casi mágico que caracterizó a este genial artista.
Retratos del Cartero Roulin
Los primeros seis meses que Van Gogh vivió en Arles los pasó en soledad trabajando en sus lienzos, escribiendo a Theo y a Bernard - quien le ponía al día sobre el Simbolismo y el cloisonnismo en los que trabajaba - y charlando con el cartero Joseph Roulin, al que vemos aquí retratado, y con el subteniente Milliet.
La amistad de Vincent con este acérrimo republicano fue creciendo hasta realizar al menos tres retratos y un buen número de dibujos.
Roulin viste uniforme de Correos con gorra incluida, recortándose la figura sobre un fondo claro. Está sentado en una silla y apoya su brazo derecho sobre una mesa verde. Los contornos del uniforme están delimitados con una gruesa línea de color negro, aplicando el color en el interior de las zonas creadas por la línea de manera casi uniforme. Por contra, el rostro está realizado a base de pequeñas pinceladas de variados colores que conforman perfectamente el duro gesto de este hombre con aspecto de cascarrabias. En las manos se aprecian las carencias dibujísticas de Van Gogh, por lo que los tonos claros empleados se aplican con una pincelada rápida y nerviosa.
Autor: Vincent Van Gogh
Fecha: 1888
Museo: Museo de Boston
Características: 81´2 x 65´3 cm.
Estilo: Neo-Impresionismo
Material: Oleo sobre lienzo
Fecha: 1888
Museo: Museo de Boston
Características: 81´2 x 65´3 cm.
Estilo: Neo-Impresionismo
Material: Oleo sobre lienzo
Los Girasoles
Pintado en 1888 y con un tamaño de 93 × 72 cm es una de las obras más conocidas del pintor nacido en los Países Bajos.
En realidad este es uno de los cuadros de una serie de tres lienzos donde se muestran otros dos jarrones con 12 girasoles y 15 girasoles.
Actualmente uno de los cuadros con 12 girasoles (en la imagen) se encuentra en el museo Neue Pinakothek de Múnich, el segundo lienzo con 12 girasoles se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia, Estados Unidos y finalmente el de 15 girasoles está expuesto en la National Gallery de Londres.
Van Gogh pintó los primeros cuatro cuadros en agosto de 1888, cuando vivía en Arlés, en el sur de Francia, y otros tres similares en enero del año siguiente. Las pinturas están todas ejecutadas en lienzos de cerca de 90 x 70 cm.
Usó un pigmento en sus girasoles, el amarillo de cromo o cromato de plomo, al cual deben su misterioso y enigmático color. La descomposición del cromato de plomo por efecto de la exposición a la luz convirtió el amarillo brillante original en un tono pardo verdoso.
El dormitorio en Arlés
El dormitorio en Arlés es un cuadro de Vincent van Gogh que representa el dormitorio del pintor durante su estancia en la ciudad francesa de Arlés, un motivo sobre el que pintó tres cuadros casi idénticos. El primero, conservado en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, fue ejecutado en octubre de 1888 y se deterioró en una inundación ocurrida durante la hospitalización del pintor. Cerca de un año después, emprendió la realización de dos copias: una, de mismas dimensiones, se conserva hoy en el Art Institute de Chicago; la otra, la del Museo de Orsay, realizada para su familia en Holanda, es de tamaño más reducido.
En una carta dirigida a su hermano Théo, Vincent explica lo que le incita a pintar una obra semejante: quiere expresar la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio mediante el simbolismo de los colores. Para ello, describe: «los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde", afirmando: "Había querido expresar un reposo absoluto mediante todos estos tonos diversos».
Mediante estos diferentes tonos, Van Gogh hace referencia a Japón, a sus crespones y a sus estampas. Se justifica de este modo: «Los Japoneses han vivido en interiores muy sencillos y que grandes artistas han vivido en este país». Pese a que, para los japoneses, una habitación decorada con cuadros y muebles no parezca realmente sencilla, para Vincent es «un dormitorio vacío con una cama de madera y dos sillas».
Alcanza, a pesar de todo, una cierta austeridad, por su composición constituida casi únicamente de líneas rectas y por la combinación rigurosa de superficies de color que compensan la inestabilidad de la perspectiva.
Calavera fumando
Pintado entre finales de 1885 y 1886 durante la estancia del artista en Amberes se trata de un óleo sobre lienzo muy pequeño, de apenas 32 x 24,5 centímetros que se encuentra actualmente en el Van Gogh Museum de Amsterdam. Según los propios especialistas del museo, se trataría de una especie de broma sobre las prácticas académicas conservadoras de los estudios de anatomía de Amberes.
Quizá sea ésta una de las imágenes más cómicas pintadas por Vincent. El esqueleto sujeta un cigarrillo encendido entre los dientes, burlándose de los esqueletos presentes en las academias de dibujo para tomar lecciones de anatomía.
La figura está resuelta con total libertad creativa al obtener los huesos a través de manchas, apreciándose una especie de línea rectora de color azul en la parte superior del cráneo. Por los tonos y el estilo empleados recuerda al periodo de Nuenen aunque el asunto sea más jocoso.
Autorretrato herido
Pintado en 1889 este autorretrato, disciplina en la que Van Gogh era un genio, muestra al autor con la oreja vendada. Tiene un tamaño de 60 x 49 centímetros y se encuentra habitualmente en el Courtauld Institute Galleries de Londres.
La autolesión de Van Gogh en la noche del 23 de diciembre de 1888 provocó su internamiento en el hospital de Arles. Los tres primeros días de estancia los pasó delirando, apareciendo las primeras muestras de su enfermedad psíquica. Con un fuerte vendaje protegiendo la herida fue dado de alta en enero de 1889, momento en el que realizó este autorretrato, uno de los más impactantes de su producción.
El busto de Vincent - vestido con gabán y tocado con un gorro debido al frío invernal - se recorta sobre una pared en la que apreciamos una estampa japonesa, mostrando el deseo del pintor por exhibir uno de los pilares de su obra. Junto a la estampa se sitúa la puerta, pintada en tonos malvas igual que las notas cromáticas del gabán o el gorro. El rostro de Vincent nos abre su corazón; demacrado, triste, mutilado, se siente fatal al no poder retener a su amigo Gauguin y formar así la Comunidad de Artistas del Sur en la que tanto había pensado. Pero ahora se abre su mejor etapa, en la que su acceso de locura no le impedirá crear las escenas más maravillosas salidas de su pincel.
Respecto a la técnica, apenas se aprecia evolución respecto a cuadros anteriores - la Habitación de Van Gogh por ejemplo - continuando con el empleo de ese toque de pincel característico, corto, lleno de óleo, pudiéndose apreciar a simple vista. Los contornos - o al menos parte de ellos como el gabán - se resaltan con una línea oscura, influencia del "cloisonnisme" de Bernard.
Autoretratro
Van Gogh y Gauguin decidieron intercambiar sus autorretratos antes de convivir juntos en la casa amarilla de Arles. Esa convivencia no será muy prolongada - octubre a diciembre de 1888 - estando salpicada de incidentes que culminaron en la noche del 23 de diciembre y la autolesión de Vincent cortándose una oreja.
Vincent se presenta a su amigo de manera sensata, con el pelo muy corto y la barba arreglada, elegantemente vestido y en una posición que recuerda a los retratos heredados de la Pintura Flamenca, especialmente de Durero. El fondo sobre el que se recorta la figura recoge las pinceladas, especialmente alrededor de la cabeza, creando una especie de halo azulado. El holandés emplea una línea muy marcada y oscura para delimitar los contornos, siguiendo el cloisonismo de su amigo Bernard. La pincelada utilizada es especialmente acentuada, apreciándose claramente en el rostro donde observamos el empastamiento.
El uso de sombras coloreadas muestra la fuerte impronta del Impresionismo en la pintura de Van Gogh, estilo del que parte para alcanzar conceptos exclusivos como el color - especialmente el amarillo y el azul - y la pincelada con la que se aplica, única en el mundo del arte y fácilmente reconocible. Como en la mayor parte de sus autorretratos, Vincent desea expresar sus sentimientos, siendo perfectos para seguir la evolución de su estado de ánimo.
Espero que haya sido de tu agrado.
¡Hasta pronto, cómplice!
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