EL VENERADO GUERRERO VIKINGO QUE RESULTÓ SER UNA MUJER
Son muchas las historias, las leyendas y la mitología que envuelven a los venerados y valientes vikingos. Conquistadores, salvajes, guerreros… los habitantes del norte de Europa eran los amos y señores de los mares y el terror de los pueblos costeros. Sin embargo, no todo lo que cuentan es verdad. La sociedad vikinga estaba llena de misterio —de luces y sombras—, pero si algo sabemos con certeza sobre ella es que era mucho más moderna que otras sociedades coetáneas (e incluso actuales).
Hombres y mujeres convivían y trabajaban codo con codo, en una sociedad relativamente igualitaria y donde el rol de la mujer iba mucho más allá de ser esposa y madre.
Científicos y arqueólogos han descubierto que, por ejemplo, durante el medievo —época en la que los vikingos invadieron diferentes localidades del Reino Unido— las mujeres vikingas desempeñaban los mismos puestos de guerreros que los hombres de sus pueblos, a pesar de que la creencia popular siempre ha sido que ellas eran las dueñas de las casas y se quedaban ocupándose de las granjas y los territorios mientras que sus maridos luchaban en las guerras.
Las mujeres vikingas luchaban junto a los hombres, codo con codo.
Se cree, por tanto, que las mujeres vikingas iban a la guerra y, en algunas ocasiones, podían tener un aspecto un tanto masculino.
Pero, por si quedase alguna duda sobre el papel de la mujer en las sociedades vikingas, un análisis de ADN ha revelado que los restos de la tumba de un venerado guerrero vikingo en Birka (Suecia) pertenecían, en realidad, a una mujer.
Las grandes guerreras vikingas
Durante más de un siglo se creyó que una de las tumbas más importantes del siglo X en el asentamiento vikingo de Birka, en Suecia, descubierta en 1880, pertenecía a un gran guerrero, ya que estaba honrada con escudos, hachas, espadas, flechas, una armadura y dos caballos. Además, junto al esqueleto también había un tablero utilizado para elaborar la estrategia militar de las batallas. Cuando los arqueólogos excavaron esta tumba, conocida como la Bj 581, dieron por sentado que el guerrero era un varón.
En 1970, un siglo después de descubrir la famosa tumba de Birka, un análisis morfológico reveló que el esqueleto enterrado encajaba más con el de una mujer. Sin embargo, no se le dio importancia a este pequeño dato que debería haber cambiado nuestra percepción del mundo vikingo hace ya más de cuarenta años.
No fue hasta el año pasado cuando unos investigadores de la Universidad de Upsala decidieron recurrir a una prueba genética para confirmar el sexo del venerado guerrero.
El ADN no da lugar a dudas: la tumba pertenecía a una mujer. Las pruebas realizadas revelaron un par de cromosomas X y ni rastro del Y. Por otro lado, el análisis de los restos de la dentadura mostró una gran movilidad geográfica, es decir, esta guerrera había embarcado y dirigido batallas. Se le dio sepultura a una edad estimada de 30 años, y se hizo con todos los honores.
Los restos analizaron demostraron que la guerrera vikinga se había embarcado
Charlotte Hedenstierna-Jonson de la Universidad de Estocolmo dirigió este estudio, publicado en la revista American Journal of Physical Anthropology, y explica que “el conjunto de juegos indica que ella era un oficial, alguien que trabajó con táctica y estrategia y podría conducir a las tropas en la batalla”. Además, añade que “no es una clásica valkiria como las que aparecen en las sagas, sino una líder militar real, que ha resultado ser una mujer”. Con este dato echa por tierra la visión de las mujeres vikingas que se ha perpetuado en el tiempo gracias a las series de televisión, a la literatura fantástica y a las películas.
No es la primera vez que nos encontramos con este tipo de descubrimiento
Los huesos de los cadáveres de vikingos desperdigados por las costas del norte de Europa han hablado. Diferentes estudios arqueológicos de restos de ADN han demostrado que las mujeres vikingas no eran una excepción, sino que podrían haber igualado (incluso superado) en número a los hombres en los combates e invasiones. Shane McLeol, del Centro de Estudios Medievales y Modernos de la Universidad de Australia Occidental, señala en la revista Early Medieval Europe que, en los últimos años, se han encontrado varias tumbas de mujeres vikingas en el conocido “Danelaw”, un asentamiento vikingo en el este de Inglaterra.
El estudio del que habla McLeol se centró en catorce entierros en la zona, seis de los cuales pertenecían a mujeres. De los restantes, siete eran de hombres y uno se clasificó como “indeterminado”.
Los guerreros vikingos no solo eran hombres; ahora se ha descubierto que muchas mujeres lucharon con ellos. Imagen: Cultura Colectiva
Aún quedan muchas tumbas vikingas a las que realizarle pruebas de ADN para corroborar si sus ocupantes son hombres o mujeres. No podemos olvidar que, como ocurrió con la famosa tumba de Birka, los científicos han asumido ciegamente que los restos encontrados en el norte de Europa pertenecían a varones.
¡Hasta pronto, cómplice!Los nuevos hallazgos, por tanto, no solo cambian nuestra idea sobre las sociedades vikingas, sino que también ponen sobre la mesa los sesgos de género en las investigaciones.
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