"Hay días..."

"Cambiamos: por convicción o por compulsión"

Hay días que parece que la propia existencia, careciera de todos aquellos matices que solemos ver., contemplar, gozar, disfrutar, percibir, utilizar, usar, oler, degustar, sentir,...

En esos días somos incapaces de escuchar el trino de los pájaros, o pararnos a oír como las olas golpean en las rocas y nos envuelve con un manto de finísimas lágrimas saladas en nuestro rostro. 

Son esos días en que somos como aparatos inertes incapaces de disfrutar como unos niños que juegan con su pelota o como unos animalitos amamantan a otros en el milagro de la vida.      

Esos días, huímos de nosotros mismos, vemos todo a distancia como si no nos influenciara, como si no nos importara, como si no nos mereciera la pena estar ahí, parados, dejando que el viento nos empuje, nos abofeteé, que el sol queme nuestra piel, que el agua se cuele por todas las rendijas de nuestra ropa y llegue a calarnos la piel, poniéndolas como si fuera la piel de un pollo y nuestra energía abrumada, cae irremediablemente derrotada.                                                                             

Resultara como si nuestro mundo se volviera del revés y entonces no seríamos capaces de entenderlo, de usarlo, de manipular con él, impidiéndonos el manejo de todo aquello que poseemos delicado y frágil, como nuestros sentimientos, nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, nuestros deseos más ocultos más personales, más nuestros,...

Entonces pasa lo inevitable en esos días: o te dejas llevar por el destino o renuevas tus vínculos con la vida. Ambas dos son tan difíciles y complicadas de contemplar, analizar y acabar tomando una decisión, que siempre te quedará la duda, que sea la realmente adecuada a tus circunstancias, a tus deseos, a tus intereses, a lo que mejor te conviene. ¿Y qué haces entonces? Dejas que pase el tiempo, que el tiempo te ayude a colocar cada cosa en su sitio y cada sitio en su cosa, sin saber si estás acertada o equivocada, pero lo haces porque has de progresar; no puedes quedarte estancada en ese día para siempre, debes de evolucionar de la forma que sea.  

"Cambiamos por convicción o por compulsión"

¡Hasta pronto, cómplice!