"Al Límite"

"Cuando creas que ya no puedes más"

Cuando crees que ya no puedes más:

Que tus fuerzas se alejan de ti;

Que tus esperanzas te traicionan;

Que tus ilusiones sufren colapsos;

Que tus pocos bríos se desvanecen;

Que tus penas se vuelven tu calvario.

Porque ya no puedes soportar el dolor;

Porque ya no hay salida a tu sacrificio;

Porque ya tu coraje se siente intimidado;

Porque ya las alegrías precisan reanimarse;

Porque la desesperación es tu única compañera;

Porque tu ánimo pone distancia cada vez más de ti.

Entonces, en ese momento, cuando crees que ya no puedes más, 

que aquella minúscula llama que quedó en tu interior esperándote,

te recuerda que tu ánima parece viva, con energía para un día más.

Este soplo de existencia, hace centrarte en él,

porque quieres dejar de sentir dolor, 

porque quieres  no sentir ansiedad, 

porque quieres dejar de sentir pena, 

porque quieres dejar de sentir dolor, 

porque quieres llegar a sobreponerte,

porque quieres dejar de sentir lástima por ti misma,  

porque quieres seguir viviendo, aunque no sepas aún cómo.

Es cuando desde las mismas entrañas,

de aquellas en las que se inició tu vida,

donde un empuje indefinido, reconocido,

atrapa con vigor, el fulgor de tu íntima candela

y con sumo celo, con máximo miramiento y realidad,

el embrión parental en combustión, arde desprendiendo luz y calor.

Y es entonces que, resurge de la chispa, un rayo de inmenso poder

que se propaga en todas direcciones, dando una mayor capacidad 

a ese Ser Supremo Interior que poseo, que transforma, que canjea

aquello que obstruye su resplandor a través de su filtro, que criba y

purifica todo lo provechoso y auténtico en sustancia genuina y real,

para devolverme: las fuerzas, las esperanzas, las ilusiones, los bríos, las alegrías, la templanza, la confianza, el coraje, el optimismo y la energía nuevamente a mi vida; y así, poder afrontar con total entusiasmo, cada uno de los avatares que puedan volver a presentarse y a combatir de nuevo en mi camino de vida, como la esencia de un ser extraordinario, único, especial e irrepetible que soy. 

¡Hasta pronto, cómplice!